domingo, 30 de diciembre de 2007

Nuevo año, viejos propósitos

Estamos casi en puertas del nuevo año 2008 y como cada fecha de estas características algunos se plantean propósitos para el nuevo año. Está bien intentar cambiar ciertas cosas para mejorar si es que realmente se tiene empeño en llevar estos propósitos a la realidad. Pero si no, no parece que tenga sentido que año tras año la gente se plantee objetivos o irreales o que saben que no van a poder cumplir. En cualquier caso es loable intentar mejorar aspectos de nuestra vida.

La radicalidad de la jerarquía católica

Es inconcebible que una confesión religiosa intente imponer una moral a una sociedad plural como la española. En la constitución española se establece la aconfesionalidad del estado en materia religiosa. Sin embargo la jerarquía católica, con Rouco Varela a la cabeza, creen que la "única" moral posible es la suya. Una moral basada en principios retrógados que ni siquiera los católicos siguen. Por ejemplo en la moral sexual, con la obstinación de ir contra los métodos anticonceptivos, contra el aborto, contra las relaciones prematrimoniales, contra el divorcio, etc. Pero es que además pretenden convenecernos de que existe un único tipo de familia, y no es cierto. En las últimas décadas se están produciendo cambios muy grandes en la sociedad y debido a ello aparecen nuevos tipos de familia que merecen ser respetados. Los obispos han dicho que se querían manifestar para defender la familia cristiana de los ataques del gobierno. ¿De qué ataques hablan?. ¿O es que no se han dado cuenta de que cada vez están más solos en su discurso?. Nunca en la historia de la democracia se habían producido semejante cantidad de manifestaciones en contra del gobierno por parte de la jerarquía de la iglesia católica. La iglesia no debería significarse en contra de ningún partido puesto que en su seno hay una pluralidad de ideas políticas. Sin embargo la jerarquía se esfuerza en desplazarse hacia el conservadurismo, muchas veces en compañía del Partido Popular. Tal vez los obispos deberían preguntarse el porque cada vez menos gente es practicante de la religión cristiana en nuestro país

La navidad actual

Las navidades se han convertido en unas fechas en lo que se fomenta el consumo compulsivo. Hay que malgastar más que nadie para no se sabe qué. Porque tenemos esas comilonas interminables, compramos más regalos de lo que nos podemos permitir. La falsedad y el cinismo en estas épocas es manifiesta en esta sociedad autosatisfecha. Se habla de valores humanos que el resto del año no se fomentan. En mi opinión las navidades son unas fiestas hechas para los niños, que tienen una gran ilusión por los regalos que les realizan. Por lo demás, la mayoría de la población intenta sobrellevar las fiestas como puede. Feliz año 2008.