miércoles, 17 de diciembre de 2008

Una historia: pubertad (Parte II)

Ya sabéis lo que pasa cuando alguien llega a la pubertad, a los 12 o 13 años. Los cambios físicos y mentales son tremendos y tiene lugar un despertar sexual. Ahora vamos a seguir con la historia de aquel niño. Pasaron los años, y aquel niño creció. Era a principios de los noventa en aquel pueblo. El niño había llegado a convertirse en una espacie de empollón, al que le gustaba mucho estudiar. Incluso empezó a despertar en el una vena periodística. Se había comprado una grabadora y se pasaba el día grabando informativos y programas. Además, se había mudado a otra casa del mismo pueblo. Había cambiado de amistades. Se había hecho muy amigo de un compañero de clase, con el que compartía las tardes. Y el niño cumplió 12 años y empezó a cambiar en su comportamiento. Ya no le interesaba solo estudiar. Empezó a aficionarse al deporte, y en especial al fútbol. Y además se empezó a interesar por las chicas. Como era muy veloz, le encantaba jugar a pillar a las chicas. Y así, inocentemente, iba transcurriendo su vida. Ya no sacaba tan buenas notas, pero poco a poco iba saliendo del cascarón. Se enamoró, como es el amor a los 13 años, de una compañera de clase, que era bastante guapa e inteligente. Precisamente, de aquella a quién años antes había intentado basar. Si embargo tenía dos impedimentos: que no destacaba por su físico, era muy pero que muy bajito y era un tirillas, y además seguía siendo extremadamente tímido. A pesar de que esa chica le gustaba, nunca le llegó a confesar nada. Aquella chica se hizo novia de otro. Pero aquel chico estaba cambiando, y pasó de ser hostigado por los repetidores de la clase a ser protegido por ellos, y a ser su amigo. Aquel chico empezó a tener amigas una chica con la que se pasaba las tardes bailando y pasándolo bien en lugar de estar estudiando. Hasta el punto de que un día, ante el descenso en su rendimiento escolar, un profesor le preguntó, en presencia de su madre: ¿No estarás tonteando con esta chica? a lo que el respondió diciendo no, no que va. Un mentira para salvar la cara. Aquel año fue muy importante para el, fueron sus primeras experiencias amorosas, su primera borrachera, su primer pitillo, etc. La culminación a ese año tan especial tuvo lugar en el viaje de fin de curso, al finalizar 8º de EGB. Allí le besaron en la boca por primera vez, allí empezó a conocer el mundo de la noche. Parecía un sueño, pero se acabó de golpe. Su familia se tuvo que trasladar a otro lugar. Él ya no pudo consolidar su relación con aquella amiga especial. Su sufrimiento fue grande. Al final la distancia terminó provocando el olvido.

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