sábado, 28 de junio de 2008

La situación económica

Es la economía ¡Estúpido!. Esa es una frase que pronunció Bill Clinton en la campaña electoral de las elecciones de 1992 a Bush padre, que era entonces el presidente. Y es que la economía es muy importante para las personas. Estamos en un periodo de crisis económica muy grave. Todo empezó en Estados Unidos por la crisis de las hipotecas sub prime, aquellas que se concedieron alegremente a gente que no podía afrontarlas. Luego llegó la crisis bancaria y la financiera. En un contexto mundial difícil en el que hay una demanda altísima de energía y de materias primas, se ha producido un aumento fortísimo del petróleo y de los alimentos básicos. Ello ha contribuido a agrandar el problema. La inflación se ha disparado. Los sueldos, por ejemplo en España, no crecen. Son extremadamente raquíticos. Ello se debe a que nuestro país se ha especializado en la Construcción. Un modelo que ha generado enormes beneficios a unos cuantos que se han enriquecido a costa de los demás. El trabajo creado durante la bonanza es de baja cualificación, con una alta precariedad y bajos sueldos. No se ha apostado por empleos de alta cualificación, basados en la innovación y las nuevas tecnologías. La responsabilidad recae en las empresas, que pretenden seguir con estas condicioens para los trabajadores. Estamos en un sistema económico, el capitalista, que es profundamente injusto. Por ello, el Estado debe procurar la redistribución de la riqueza y la disminución de las desigualdades. Los impuestos son el modo de corregir esto. A las rentas más altas se les deberían subir los impuestos directos, y se les debería apretar a la hora de pagar. A la clase media y baja se les deberían bajar los impuestos de forma clara. Así podrían aliviar su situación económica. Ahora, el consumo no crece, las familias están ahogadas y tienen enormes dificultades para hacer frente a los pagos de las hipotecas. Pero lo peor es que está creciendo el paro. Eso si que es un drama, que la gente se quede sin empleo. También, tanto el gobierno central como los de las comunidades autónomas, deberían no sólo bajar los impuestos directos sino los indirectos. Los impuestos indirectos afectan a las clases más desfavorecidas. Se deberían reducir los impuestos de los carburantes. Los dos partidos nacionales deberían ponerse de acuerdo en adoptar algunas de estas medidas para reactivar la economía, favoreciendo el consumo, para intentar salir de esta profunda crisis. De momento, el gobierno ha tomado una serie de medidas insuficientes, aunque bien encaminadas. Los 400 euros son una pequeña limosma, que apenas mitiga el crecimiento de los precios. El gobierno debería hacer algo más para procurar el bienestar y la confianza de los españoles. Tendríamos que salir de la crisis fortalecidos, y con un modelo productivo diferente, basado en la innovación y en las nuevas tecnologías. Aunque la crisis tiene un origen externo, fomentado por este neoliberalismo nefasto,el Gobierno debe adoptar medidas drásticas, reduciendo el gasto público y aumentando el dinero a los ciudadanos, reduciendo los impuestos. Esperemos que la economía se recupere porque de lo contrario lo vamos a pasar muy mal.

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