sábado, 28 de junio de 2008

Las fiestas de Rioseco

Cada vez que llega el verano, en San Juan me acuerdo de las Fiestas de Medina de Rioseco. Fueron 6 años los que estuve alli, con recuerdos maravillosos. Es una ciudad acogedora, comercial y centro comarcal de Tierra de Campos, una zona castigada y deprimida, debido a la emigración y el olvido de los políticos. Es un pueblo con un pasado impresionante, y con un futuro incierto. Tiene un patrimonio cultural único, con templos impresionantes como los de Santa María, Santiago, Santa Cruz o San Francisco. Vivió su momento de esplendor en en siglo XVI, debido a la importancia que adquirieron sus ferias. Ahora, en pleno siglo XXI, intenta que el turismo sea una fuente de riqueza para el futuro. Un pueblo religioso que la Semana Santa la vive con Pasión en unas procesiones con unos pasos impresionantes llevados a hombros por las gentes de este pueblo. Pero volvamos a San Juan. El fuego es uno de los elementos característicos. Suelen haber espectáculos con el fuego,que recorren el pueblo, porque el fuego es la vida, la pasión, el verano, el calor. Y que decir de las hogueras que hay en torno a la puerta de San Francisco. Un fuego purificador en el que se quema todo lo malo, y se renueva la vida. Allí se pueden pedir deseos para un nuevo ciclo. También son importantes los toros. Es un lugar taurino en el que la gente disfruta de la fiesta nacional. En las fiestas tiene relevancia la Feria Agrícola e Industrial, que llena un espacio de maquinaria agrícola y automoción, demostrando la centralidad comercial de la ciudad de los Alimirantes. Pero sobre todo yo me quedo con los amigos, con las peñas, con los conciertos, con la diversión. En ese pueblo he vivido momentos muy buenos y otros malos. Los malos los quiero apartar de mi mente. Me quedo con los buenos. Recuerdo que un año vino el Canto del Loco. Fue un gran concierto. Me acuerdo que entonces iba al Instituto, y que venía mucha gente de los pueblos de alrededor. Allí venían todos, a las atracciones, a los coches de choque o a las peñas. También me acuerdo de las peñas, allí donde los amigos bebíamos, disfrutábamos, no nos preocupaba el futuro ni teníamos responsabilidades. Durante 5 días no parábamos en casa. Nos divertíamos bailando en alguna peña de algunas amigas o íbamos unos cúantos amigos haciendo un recorrido por las peñas. Lo recuerdo como si fuera ayer, pero el tiempo ha pasado y cada uno ha seguido su camino. Siempre recordaré las Fiestas de Rioseco, ese pueblo al que llevaré en mi corazón.

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